La Leishmaniasis
es una enfermedad que afecta la piel, las mucosas o vísceras, resultante del
parasitismo de los macrófagos por un protozoario flagelado del género
Leishmania, introducido al organismo por la picadura de un insecto flebotomíneo.
Leishmaniasis
Cutánea
Se
caracteriza por presentar en la piel lesiones redondas que comienzan como un
grano y luego se convierten en pequeños placas firmes que se ulceran
gradualmente en el centro. En humanos las alteraciones se produce en las partes
expuestas y en roedores sobre todo en la base de la cola y en ocasiones en las
orejas y dedos; sin embargo en algunos animales silvestres estas
manifestaciones son inaparentes.
Leishmaniasis
Visceral
Es
mutilante y generalmente se origina después de cicatrización de la lesión cutánea
inicial, en un tiempo no determinado que puede ir desde meses a varios años.
Los parásitos se trasladan hasta la mucosa de la nasofaringe y boca destruyen
el tabique nasal e incluso con caída de la punta de la nariz dándole un aspecto
muy peculiar por la falta de sostén (nariz de tapir); o con perdida de la úvula
y desfiguramiento del paladar.
Leishmaniasis
Mucosa
Ataca
principalmente al hígado, el bazo y los ganglios. Las personas que la
desarrollan son principalmente niños menores de 5 años y adultos
inmunodeficientes. Este tipo de Leishmaniasis se manifiesta con fiebre,
debilidad y anorexia y es fatal cuando no se da un tratamiento y medicamento a
tiempo y adecuado respectivamente.
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